Páginas

domingo, 21 de agosto de 2011

ITER, CAMINO AL FUTURO


 
Significa en latín, CAMINO. Siempre he pensado que los nombres indican su destino, eligiendo un camino que transitar. Y si lo hacen los de los  hombres lo hacen sus comunidades. Esos caminos con hitos y metas definidos quedan cuando esos hombres desaparecen y hablan de ellos a los que les sucederán.
 
Caminos como las calzadas romanas que jalonan nuestra Europa, tiras de asfalto que representan la emergencia y preponderancia de la sociedad industrial. Miles de cableados que emergen como las autopistas de la información en este nuevo milenio.
 
Lo cierto es que son los caminos los que definen y cuentan. Son memoria de los que los trazaron, recorrieron y crearon.
 
Los caminos respondían a la necesidad de abrirse y comunicarse, a la necesidad de obtener energías, de trasportar bienes, de explorar nuevos territorios, de conocer, de conquistar, etc.
 
El pasado sábado vi un reportaje realizado por Mayte Pascual sobre un proyecto llamado ITER. Hablaba de energía limpia, de FUSION en lugar de FISION como forma de obtención para el futuro.
 
Me pareció interesantísimo, pero sobre todo me pareció comunicacion y no basura. Creí ver una expresión de eso que Flusser llama “la comunicación”, y por ende discurso y dialogo, frente a la basura a la que los medios nos enfrentan cada dia.
 
Vi en este proyecto, un proyecto capaz de aglutinar gente de diversas procedencias, vi ciencia integrada con praxis y solución de problemas cotidianos, vi compromiso con una idea, vi respeto por el entorno y sobre todo vi, UNA nueva forma de abordar las necesidades en este nuevo milenio.
 
Mucho hablamos de la globalización, del agotamiento del planeta, del la relevancia cada vez mayor de la energía para nuestra civilización. Lo cierto es que hemos estado agostando el planeta para exprimir su energía por un camino que es la FISION y la destrucción y a más consumo y más civilización más destrucción. Y resulta que la FUSION es una forma de obtenerla, limpia, y constructiva.
 
FUSION suena a alquimia, suena a tiempo, suena a bueno, suena a integrador, a respetuoso a solidario, a compromiso, a colectivo gracias a la unicidad de individuo que aporta y añade al común. Me gusto ese nombre y esa forma, me pareció armónico y holístico, me pareció un nuevo camino.
 
Un camino basado en el respeto a la diferencia, al respeto a nuestro entorno, a la inteligencia frente a la fuerza, a la reutilizaron y no el despilfarro, a la esperanza y el talento.
 
Pensé que era un buen nombre ITER, y que es paradójico que un término latino nos conduzca a la solución en la era del ingles.
 
Donde lo primigenio nombra el futuro. Donde el camino es la FUSION, máximo exponente de la unión.
 
Unión o fusión, en ello deberían pensar en Europa los políticos del mismo modo que los científicos.
 
Solo desde la unión y la fusión es posible que nuestra civilización tenga un futuro. Y que ese, sea el camino que debamos transitar en los años que vengan.
 
ITER suena al camino del futuro.
 
 




1 comentario:

  1. Amistad no es coincidir en todo; lo dices en tu artículo. Dices muchas cosas interesantes, pero no coincido en la bondad del proyecto ITER. Había visto es programa. ITER me parece una barbaridad, una muestra de insensatez, disfrazada de ciencia; un proyecto que demuestra la gran inteligancia del ser humano, pero, en este caso, una enorme falta de sabiduría.
    ¿Por qué despreciamos la energía que, con gran generosidad, nos proporciona (a todos, no sólo a los países industrializados) la Naturaleza? Su aprovechamiento servirá, realmente, para "aglutinar gentes de diversas procedencias", su correcto aprovechamiento puede ser respetuoso con el entorno y solucionará no sólo los problemas de energía de los países ricos, sino también de los países pobres.
    No considero correcto extenderme más. Ruego que consideres la expresión de mi opinión, como un sincera muestra de amistad.
    Un saludo

    Perdona,

    ResponderEliminar