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domingo, 26 de diciembre de 2010

La reina se hace, no nace

He vivido más de la mitad de mi vida, en el mejor de los casos y atendiendo a las expectativas de vida que se publican por parte de organismos que de eso saben. Y con todos esos años a la espalda he aprendido algunas cosas.

He aprendido que lo que hace que sigas vivo es la curiosidad permanente. Ese mirar inquieto que te hace sentir que existen caminos que están por abrir y que eso es lo que caracteriza una mente innovadora. He aprendido que nunca es tarde para afrontar nuevos retos aunque nos prejubilen cuando mejor estamos. He aprendido que mientras hay vida hay esperanza de cambiar lo que no te gusta. He aprendido que los valores es lo que dejas y permanece. He aprendido que la máxima satisfacción la encuentras cuando te sientes capaz de casi cualquier cosa y no cuando tienes muchos euros en el banco. He aprendido que esa capacidad es lo que te otorga la libertad. Pero eso que yo he aprendido con los años, me sorprende que no suele ser lo que se enseña hoy. He aprendido que cuanto más das más recibes, sobre todo de lo que no es material. Y que nuestra responsabilidad es pensar que en nuestra vida algo hicimos que sirvió a los demás.

A quien me quiere oír le digo, desde la humildad, que hemos hacer el cambio y dejar de pensar con el paradigma pasado-presente y empezar a pensar con el presente-futuro. Porque en el mundo que vivimos han cambiado cosas y que ya nunca serán como fueron.

Es muy importante saber, conocer el pasado, pero casi tan importante o más, es abrir tu mente a nuevas formas de afrontar el presente y por supuesto el futuro. Es importante saber pero tan importante como saber es interpretar y reinterpretar el saber. De Bono ya lo dijo con su “pensamiento lateral” y otros como Gary Hammel en “liderando la revolución”.

El otro día leía o escuchaba, nunca recuerdo bien, que el problema de la juventud española está en que no hace bien la trasformación de la información a conocimiento y de este a la innovación. Y eso, es cuestión como tantas cosas en la vida de mentalidad no de recursos.

Pero a estas alturas de la lectura, ustedes dirán que ¿a qué viene el titulo del articulo con lo que vengo contando?.

Pues bien, viene a que en esa actitud tiene mucho que ver la autodisciplina, el no creérselo, el no confiarse en que con lo conseguido debemos conformarno. Esa es la actitud de los líderes.

El otro día visitando BIOPARC, y charlando con un biólogo sobre una especie muy rara que vive en este trozo de África en Valencia: las ratas topo, me explicaba que se trata de comunidades que funcionan en torno a una líder: la reina. Yo ante mi gran ignorancia biológica, le pregunte que si la reina nace o se hace. Y me respondió, que se hace. La reina es la mejor dotada, es la que no descansa y no para, por que si para, engorda y se apoltrona, entonces se la comen.

Me pareció una lección interesante, yo haciendo una sesión de zooinmersión y aprendiendo, para que luego digan que estos sitios son para los más pequeños.

Una comunidad que no puede permitirse si quiere sobrevivir que su reina se relaje. Debe seguir siendo la mejor y eso es también cuestión de trabajo y disciplina. Nada que no sepamos pero que con frecuencia olvidamos. Vivimos tiempos de cambio así que a ver si aprendemos algo de las ratas. Que para ser reina debes esforzarte y que más que nacer te haces a base de exigencia y disciplina.

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