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domingo, 12 de diciembre de 2010

En clave de Re

Cuando era niña mi madre deseaba que yo aprendiera, que tuviese la oportunidad de contar con todas las oportunidades que a ella le fueron negadas. En su época lo normal era enseñarte otras cosas, cocinar, bordar, arreglarte, cuidar y organizar una hogar, atender a un marido, limpiar cuberterías, poner mesas, decorar estancias, etc.
Pero lo de leer, estudiar, viajar, crear, emprender, o todo aquello que supone ser independiente era radicalmente excluido y mal visto en las mujeres.
Pensando en la música, que si estaba al alcance de algunas privilegiadas como formación, recorde algo y al hilo de ello escribi este pensamiento.
En música existen unas cosas que se llaman claves y que son importantes para poder escribir, leer o crear obras maestras.
Existe una relación entre las claves y la música, esas claves marcan o determinan los modelos de componer y la forma de sonar. Implican o condicionan la forma de hacer. Ayudan a escribir las creaciones de los grandes maestros y genios, ayudan a interpretar a los grupos de profesionales y permiten dirigir por que es en base a lo que ellas determinaron lo que hizo posible la consecución de la creación en partitura.
Pero entre las 3 claves musicales Sol, Fa y Do, no encontramos la clave de RE, que voy a reclamar para erigirla en la clave de los nuevos tiempos. Pero sobre todo en la clave de las personas que ya han pasado una parte importante de la vida, de su vida. Personas que ya han superado una etapa de su vida porque han superado los cuarenta. Y de repente se dan cuenta que han de REvisar lo que han aprendido y como han vivido. En ese tiempo donde sientes que necesitar REpensar tus vivencias, REcuperar tus raíces, REvivir experiencias, REleer viejos libros, REconstruir relaciones, REaprender formas de afrontar la vida, REgenerar tu alma, REavivar la ilusión, REencontar viejas amistades, REponer fuerzas y forma física, REcomponer las formas de pensar y sentir, REstructurar tus hábitos REmemorar emociones, REstaurar la armonía, REpensar tu misión, REfrenar la ira, REconquistar la paz. Y cuando inicias esa nueva vida, ese nuevo ímpetu sereno y calmo, es como si REnacieras a otra vida, la de esa última etapa: la madurez que te llena y se expande para ser luz de tu entorno.
Eso es lo que yo llamo iniciar tu REsurrección como persona. El camino de la liberación personal e interior que te conduce a la felicidad. REcreate y REnace cada día!

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