Cuando te rodea un mundo de incertidumbre y de cambio
permanente cobran especial relevancia los “Referentes”. Una especie de brújulas que sin darte soluciones, recetas o plantillas mágicas, son
capaces de otorgarte la fuerza y la seguridad para tomar decisiones desde el
miedo y la duda que surge de conocer cuál será el resultado final.
Son en general, la representación de valores perdidos por la
sociedad y sus guías tradicionales. No importa si son empresas o instituciones,
si políticas o religiosas, si de una ideología o de otra, si de un color o de
otro.
Valores como la integridad, la honestidad, la trasparencia,
la equidad, el amor, la compasión, la solidaridad, el desprendimiento, la
fortaleza espiritual, la autenticidad, el compromiso, la humildad, la entrega,
la lealtad, la generosidad, ……. Una larga lista de ellos a los que hoy difícilmente
ponemos cara.
Lamentablemente muchas de las caras que nos inundan en los
medios carecen de ellos, demasiadas para la necesidad de los tiempos por que se
transita.
Y es lamentable, porque esos valores tienen muchos rostros. Solo
has de salir a la calle y observar con los ojos del corazón. Son millones de personas
que en su día a día viven esos valores.
Pero eso siendo estupendo es, desde mi punto de vista insuficiente.
Necesitamos hacernos conscientes de su trascendencia y cada uno en su entorno,
en su micromundo, poner en valor ese referente. Necesitamos que se vean y que
se copien. Necesitamos que no se agoten, necesitamos alcanzar rápido masa crítica.
Masa crítica visible de gente que hace lo que debe porque quiere. Porque
haciéndolo se siente realizada. Porque lo hace desde el amor.
Somos una parte de un todo y eso no deberíamos olvidarlo
nunca. Somos todos lo bueno y lo malo en un solo ente. Somos nosotros los que
decidimos a qué lado nos inclinamos.
Somos humanos y por ende imperfectos, nuestro destino es un
camino de perfección personal que revierte en el bienestar del común.
Y es, en este camino donde se hace imprescindible el papel de
los Referentes. Esas personas a las que cuando dudamos, miramos, porque sabemos
que son humanos como nosotros . Que les duele y les cuesta como a nosotros. Pero
que hicieron y hacen un viaje cada día, que admiramos. Porque deseamos ser y
sentir como ellos. Porque con ellos somos o nos sentimos mejores de los que creemos que somos y eso nos impulsa a la conquista de la mejora.
Necesitamos siempre y
cada vez más “Referentes”.
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