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domingo, 22 de septiembre de 2013

Mostrar Humanidad


Con este título no pretendo hablar de lo que evoca a primer golpe de lectura sino de lo que debería significar.

Al leer o escuchar algo, siempre creamos en nuestra mente un marco en base a lo que creemos, nuestras creencias, nuestro modelo mental  o como queramos llamarlo y que esta condicionado por la cultura imperante en nuestro entorno.

Humanidad, en nuestro occidente, solemos asociarlo a respetuoso, a caritativo, a solidario, a generoso, a .....

De algún modo mostrar humanidad es siempre identificado con algo “bueno”. Con “la cara buena” del ser humano. Y eso está muy bien, pero no es real. Y todo lo que no es real no suele ser satisfactorio porque no coincide con la verdad.

Porque como dice el médico José Sebastián Coll "el egoísmo y el amor a la verdad no tienen punto alguno de contacto". Y el egoísmo es el triunfo del ego y el fracaso de la felicidad.

Sentirnos humanos, es ser consciente de que tenemos cosas buenas y cosas malas. Y ambas nos permiten evolucionar a mejor o peor según las afrontemos. Ya que facetas de nuestro ser. Y sin una de ellas dejaríamos de ser humanos.

Es, pues, sanador aceptar nuestra imperfección sin sentirnos culpables, sin sentir miedo a no ser queridos, sin sentir que defraudamos o nos defraudamos. Si a algo tenemos derecho es a ser imperfectos. Solo desde esa conciencia y aceptación es posible iniciar el camino de la superación. Simplemente porque es lo que nos hace crecer y evolucionar.


Y si esto es verdad para todo ser humano, lo es muy especialmente para nosotras las mujeres, que en los últimos tiempos parece más que nunca que debamos ser "muy humanas" con todos menos con nosotras mismas. Es decir NOHUMANAS.
Y eso, es un gran error porque hemos de ser solo eso: humanas. Y como tales, tenemos derecho a sentir dolor, a exigir respeto, a cometer errores, a no sentir lo que no sentimos y decirlo, a ponernos como prioridad, a equivocarnos y rectificar, y hasta a ser un poco “malas”.

Esta mañana ante un comentario de una situación personal, he tenido un doble y contradictorio sentimiento. En realidad tuve dos sentimientos casi al tiempo. Primero “el malo”, ese que a mí me hace sacar la espada de cortar cabezas. Luego el bueno, ese que te dice que con amor y tolerancia el beneficio es para todos. En ese instante sentí que sigo siendo imperfecta, sentí que me queda mucho por mejorar. Pero también me hice consciente de mi humanidad y pensé que en lugar de enseñar el lado bueno de la foto quizá deberíamos mostrar ese lado menos bello.

Ese compartir lo no tan “bueno” desde el deseo y el compromiso de superación, es muy terapéutico e inspirador, porque sencillamente es humano y al serlo nos acerca a los que son como nosotros, nos ayuda a ser humildes y comprender, a ser y tolerantes y a entender que a veces lo que vemos en los demás que no nos gusta es un reflejo de nosotros mismos. Esa quizá sea la humanidad que nos abre y acerca al otro.

y ese aproximarnos al otro es para nosotros es avanzar en un camino de realización y además modelo a imitar o referente a para que otros lo imiten.

Como humanos somos imperfectos aunque los medios y las campañas de publicidad solo vendan “lo perfecto”. Hemos de aceptar como dice Chopra nuestro lado oscuro si queremos alcanzar la luz. Esa es la evolución a la que deberíamos aspirar y a la que es necesario llegar para alcanzar la felicidad de verdad.

Así que mi propuesta es que a partir de ahora tratemos de mostrar nuestro lado más humano. El “bueno” y el “malo”. Incluso cuando no nos guste. Sencillamente porque eso es Mostrar Humanidad.

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