No me puedo creer que sea
yo quien titule este articulo. Me he pasado media vida diciendo que el problema
es que no pensamos. Hacemos y no pensamos.
Pensar, y luego actuar.
Siempre he dicho: pensar, pensar, pensar,...
Últimamente empecé a
cuestionar si esa sería realmente la fórmula. El viernes 14 confirme una
sospecha: antes de pensar hemos de sentir. Esa mañana lo dijo Gustavo Zerbino en una charla a la que asistí en umivale:
"en
el presente mandan los sentidos". “Es en el presente, donde se toman
las decisiones”.
Y para tomar decisiones
no debemos tener miedo. El miedo paraliza, nos bloquea. Impide el avance. "la
alegría, el amor y la paz solo se sienten estando presentes".
Sentir y presente, dos claves que se repite desde TOLLE a los budistas.
Hemos de decidir y elegir, y hemos de hacerlo desde el corazón.
En cambio, sí somos
capaces de conectar con el amor, con el otro, con el hermano y el ser que
tenemos cerca, todo sale de forma natural. Es la fuerza de la simplicidad, de
la destilación y eliminación de lo superfluo. Decía: Zerbino "necesitamos
un motivo que nos impulse a la acción" y de los motivos ninguno
tan poderoso como el amor. Pero amor como ejemplo y atracción.
Me gusto la diferencia
que establecía entre dolor y sufrimiento. Decía que "el sufrimiento es
mental" y en cambio que “no existe crecimiento sin dolor".
El dolor no necesariamente es malo, eso lo sabemos algunos. El sufrimiento casi
siempre lo es, eso lo sabemos todos Y resaltaba que “no existía nada peor que el
vacío existencial o espiritual”. Lo definía como "la diferencia entre lo que
soy y lo que yo soñé".
Me ha gustado verlo,
escucharlo y sentirlo. Me ha reafirmado
en lo que siento y pienso desde hace algún tiempo. Y es por ello que pensé en
aquel momento que debía y quería compartirlo-
Dijo al despedirse que
algo cambiaría en aquellos y aquellas que estábamos allí esa mañana. Y creo que
es verdad, y lo es porque compartió
sentimientos intensos. Porque compartió
vivencias convirtiendo sus pensamientos en experiencias.
Y al final nos dejo un
símbolo, un zapatito. Para que
cuando olvidemos que podemos y debemos ser felices haciendo lo que amamos y
aquello que nos hace vibrar, buscásemos otro y los juntásemos. Un zapatito como
el que agito uno de aquellos 16 supervivientes de los Andes aquel 13 de
octubre. Un dia próximo en que conmemoran los 40 años de aquel incidente que
les trasformo.
Lo que más me impresiono
y conmovio: Las declaraciones de los supervivientes recién rescatados. Me quedo
con las claves que daba uno de ellos: " fe en Dios que es lo que une a la
gente" "fe en las cosas simples de la vida, que es lo que realmente
vale".
Y pensé, que la fe es creer lo que no ves. Y concluí
que sentir es fe. Y que cuando dejas de sentir pierdes la fe.
Fe en lo que sea pero fe.
Porque el proceso es: querer, creer, hacer.
Así que solo desde sentir podemos dar el paso
inicial. Porque el sentir moviliza. El sentir conduce a la acción. Así que, no pienses, siente!
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