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sábado, 21 de mayo de 2011

15 M: El poder de la persona

Esta mañana he querido estar en la plaza del 15 de mayo. Creo que nadie debe cerrar ojos y oídos a lo que significa este movimiento que comenzó, según se dice, siendo espontaneo y se ha consolidado en algo que nadie podía imaginar hasta hace pocos días.

Es un buen ejemplo de la fuerza de la comunicación 2.0, de la gran oportunidad que ofrece a las personas de tomar las riendas de su destino, de la importancia de no renunciar a los sueños, de la necesidad de plantearse que hemos de cambiar y que ese cambio empieza por uno personal.

Mi opinión sobre lo que significa es positiva, es la esperanza y el inicio de una nueva forma de hacer, colaborativa, respetuosa, responsable y diversa.

Pretende básicamente que profesionales de la política abran sus oídos y den señales de que también ellos han iniciado un proceso de adaptación a un nuevo modelo.

Hemos pasado gracias a Internet a una forma de comunicación que no solo habla sino que también escucha. Un modelo de dos direcciones, un modelo que equipara a las personas, un modelo que nos permite compartir ideas y recursos y colaborar con otros.

Pero significa además que Internet no es un enemigo de la relación personal ya que gracias a él miles de personas han sido capaces de salir de casa y acercarse a otros. Se ha recuperado la plaza de cada localidad como lugar de encuentro y desarrollo de actividades.

Me he encontrado con un fotógrafo de un diario local que capturaba imágenes que enseñen lo que pasa en un día de reflexión que como reza en una pancarta se ha convertido en una jornada de inflexión. Me decía que la gente que ha fotografiado es de todas las edades, de todas las clases sociales y de todas las razas y que se han encontrado en la plaza de su ciudad para compartir sentimientos y emociones. Bello es la palabra de algo así.

Al salir he pasado por una librería y me he comprado un librito, vale 3 euros. El beneficio de su venta va a la Fundación Cultura de Paz y lo escribe un hombre que admiro: Federico Mayor Zaragoza. El titulo es poderoso “delito de silencio”. Lo recomiendo para leer y releer de vez en cuando. De él he seleccionado un fragmento:
“Ha llegado, por fin, el momento de los pueblos, de las mujeres y los hombres del mundo entero que toman en sus manos las riendas de su destino. Ha llegado el momento de no admitir lo inadmisible. De alzarse. De elevar la voz y tender la mano.”

No se equivoquen los políticos profesionales, no es cuestión de partidos mayoritarios o minoritarios. No se confundan los ciudadanos, no es cuestión de derechas o izquierdas. No es cuestión de progresismo. No es cuestión de a quien votas o si no votas. Es algo que está por encima de ello. La gente que ha pasado por la plaza es diversa. Yo voy a votar y soy 15M.

Todos los profesionales hemos tenido que afrontar que hoy hay amateurs en cualquier profesión y eso lo saben bien los periodistas y publicitarios. Y los buenos, saben que eso es un estimulo y una oportunidad para mejorar y cambiar, para añadir valor y preservar su modo de vida. Es hora de que los políticos vean que ellos son también humanos. Y esto se arregla solo contando con lo mejor de cada persona en un proyecto común, construir un mundo mejor.

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