En la vida muchas veces caminamos por calles en las que existen detalles incluidos en fachadas, en aceras, etc. pasamos sin verlas, sin percibir que esperan pacientes a que un día lleguemos a dejar caer el velo que impide a nuestros ojos apreciar su existencia. Ese día es posible que sea el día en que además de la capacidad de ver hayamos recuperado otro sentido y descubramos que además empezamos a ser capaces de escuchar. Es el día que somos capaces de oirnos a nosotros y comenzamos a escuchar a los demás. En esta foto enseño un detalle de fachada en una calle que he transitado miles de veces, enótra época todos los días. Y confieso que hace relativamente poco tiempo que la ví y aprecie.Nunca es tarde para nada.
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