Páginas

sábado, 12 de marzo de 2011

El sentido de la vida

Nuestra vida es un viaje en busca de un sentido personal y único. La vida es un proceso que nos conduce a un destino final común la muerte. Esto lejos de deprimirnos debería estimularnos ya que en fondo ser consciente de ello nos libera. Dicho de otro modo nos hace libres. Ya que nos libera de las cadenas de lo material y de la esclavitud de la posesión.

Pero lo cierto es que empezamos este viaje en muchas ocasiones sin saber cuál es el sentido del mismo. El entorno, las personas, la sociedad, nos van sin querer conduciendo a unos caminos que muchas veces por no decir todas son sus caminos pero no nuestro camino. El hombre es un ser social, sin duda, pero hemos de aprender que ser social no está reñido con ser individuo.

Siendo críticos, los últimos 100 años hemos andado un camino que nos ha conducido a algo llamado estandarización y uniformidad donde los grupos, las organizaciones han olvidado la importancia del ser único que es el ser humano. Esos grupos han sentido la amenaza ante cualquier elemento que sentía amenazaba su supervivencia, han sentido miedo de la incertidumbre que supone empoderar a los individuos y no ejercer sobre ellos un control. Han hecho lo que venimos haciendo a lo largo de siglos matar la libertad individual como la capacidad de elegir y hacerlo de forma responsable.
Y lo triste de todo ello es que nos han quitado la capacidad de ser libres entregándonos aparentemente la libertad. Desconozco si lo han hecho consciente o inconscientemente, pero lo han hecho.

En teoría somos la civilización que más libertad hemos conquistado, pero parece que estamos paralizados y nos cuesta asumir eso que caracteriza a un ser libre: la responsabilidad, el compromiso, la generosidad, la capacidad de amar y dar sin esperar nada a cambio.

Últimamente me siento optimista, ya que muchos seres humanos están despertando de ese letargo, muchas personas están iniciando un nuevo camino de liberación y sobre todo muchas personas están tomando una postura activa y comparten todo eso que han aprendido con otros.
Eso probablemente no es nuevo y ha sucedido siempre desde el origen del hombre, pero lo cierto es que hoy existe una gran diferencia: tenemos la red. Internet ha supuesto un gran y profundo cambio en la liberalización de los seres humanos, la capacidad de compartir y de intercambiar y de viralizar o contagiar de forma rápida los cambios.

Me siento muy feliz de pensar que por fin algo escapa al control de todo aquello que limita la libertad. Ahora cada uno de nosotros tenemos una responsabilidad con nosotros mismos y con los demás. Hemos de decidir que queremos ser y hemos de saber que en nuestra mano está la capacidad de hacerlo. Que solos no podremos pero que ahora estamos en disposición de hacerlo con otros de forma fácil, rápida y compartida.

Mi mensaje hoy es que aprovechemos las nueva tecnologías para compartir nuestro sentido de la vida. Eso que cada uno ha venido a hacer en ese viaje que es vivir. Y que cuando encuentras has llegado a tu

miércoles, 9 de marzo de 2011

Mala memoria

La enfermedad de nuestros días. Pero no solo de las personas de una determinada edad, lo realmente preocupante es que la sociedad en general carece de memoria.

El otro día me decía alguien que dicen que existe una generación perdida, es esa que va de los que hoy tienen 25 a los que tienen 35. Y que más que una generación de hijos lo que se perdió es una generación de padres.

Según estudios recientes sobre el consumo de la píldora del día después encargado a la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios. Los expertos de la Agencia desmienten que esta píldora sea "inocua" para las mujeres. Este informe destaca dos graves reacciones adversas de su píldora: el riesgo del embarazo extrauterino y la posible aparición del tromboembolismo venoso, que ni se menciona en el prospecto". Sin contar que el efecto de esta nueva medida ha supuesto la caída de las ventas de preservativos que protegen de otro tipo de enfermedades de transmisión sexual, incluido el SIDA.

No estoy ni nunca estaré a favor de prohibir, ahora bien tampoco estoy a favor de dar acceso a aquellos que no están capacitados a aquello que puede hacerles un daño irreparable.

Yo viví la época de apertura de este país, la de que fumar porros era alentado como forma de modernidad y progreso, la de el LSD y similares. Hoy muchos de mis amigos de entonces han sido victimas de aquello, hoy la adolescencia fruto de la procreación de aquella generación pierde su capacidad de pensar y crear en manos de esos benéficos porros.

Lo siento pero ya lo veía entonces y lo sigo viendo ahora. La imprudencia y la irresponsabilidad de acciones y medidas que solo pasado el tiempo se comprueba que son dañinas y lesivas.

No podemos permitirnos más irresponsabilidad, no podemos tener tan mala memoria, no podemos ser tan sumisos que admitamos toda la basura con que nublan los cerebros de la gente. No podemos permanecer callados ante tanto desman contra las personas.

No se trata de prohibir, se trata de formar. Por que la droga o el sexo no es malo y dañino si al que encuentra es a una persona madura y formada. Esa es la mejor prevención. Amueblar bien las cabezas, para crear individuos libres. Y esa libertad es la que te permite decir “esa mierda, te la metes tu”. El culo se lo tocas al elefante de "BIOPARC” y mi cuerpo es mío y porque lo respeto, yo exijo que me lo respetes tú.

sábado, 5 de marzo de 2011

Efímero

Todo es efímero. Muy efímero.

Es algo que todos hemos oído, hemos leído o hemos visualizado pero que cotidianamente olvidamos.... Y hacemos mal.

Es como perder la dimensión, es como perder la orientación de donde estamos, qué somos, qué hacemos, para qué vivimos.

Solo en algún pequeño momento de lucidez somos capaces de ver, de observar, de percibir....lo efímero de la vida del hombre.

¿Has mirado alguna vez una ventana de un edificio antiguo del siglo XI , por ejemplo, o un árbol centenario de un parque? ¿Te has preguntado lo que ha podido ver o lo qué por él ha podido pasar?. Generaciones y generaciones, momentos de dolor y felicidad, y después..... Todo ha pasado y ha quedado la nada de lo alguien sintió. Eso si, queda el árbol y la ventana.

Eso es realmente lo efímero y lo perdurable. Tu eres efímero y el resto lo perdurable.

Algún día cuando sientas el stress, el dolor o el gozo piensa en lo efímero y te darás cuenta de lo que somos los hombres y mujeres: nada o polvo o espíritu, tu eliges en función de tus creencias.

Date cuenta de que las cosas materiales, esas a las que das tanta importancia quedan y tú te vas.

De ti depende que lo que quede sea relevante o trascendente. De que las cosas estén impregnadas de ti, tengan tu espíritu, tu impronta o que simplemente sean anónimas, sin vida.

Solo quedan esos valores que perduran en el tiempo a través de tus obras: obras, pueden ser de arte, de caridad, filosofías, o publicas pero es lo único que queda. Mediante lo que se trasciende.

Por tanto, por que nos preocupamos tanto de lo que no podemos llevarnos y que al dejarlo no es relevante por su carácter efímero e impersonal y tan poco de lo que debemos dejar relevante o aquello que nos hace trascender.

A determinada edad deberíamos plantearnos, que hemos de hacer para trascender de lo material, para ayudar a los que vienen detrás. Lo que sabemos, lo que creamos, lo que mejora la vida de otros, lo que ayuda a crear un mundo mejor.

Dejar de mirar nuestro ombligo o lo que nos resulta cómodo o conveniente, para comprometernos con esos valores o esas obras que solo a nivel individual podemos hacer.

Eso, es combatir lo efímero.
Contra lo efímero, la impronta. Tu impronta personal.
Eso es lo que nos queda.